Sobre tablas, sin aviso previo y con el fin de distraer los posibles argumentos de la oposición, el barrerismo en el Concejo Deliberante volvió a la carga contra la Cooperativa Cevige, renovando el pedido de auditoria realizada el año pasado a través de distintos organismos provinciales.
La propuesta fue esgrimida por el Concejal Martin Arguiñarena, quien sobre tablas y sin aviso a los bloques opositores impuso el tratamiento de un pedido de informes a distintos organismos similar al planteado el año pasado, que mereció dura réplica del Sindicato de Luz y Fuerza: ”están aprovechando un sobre tablas para repetir el mismo pedido del año pasado, con nosotros no cuenten..”, señaló el edil de Juntos Amadeo Montenegro, quien anticipo el voto negativo de Juntos.
El bloque que preside Eugenia Grinspun pidió el debate libre del tema, cuestión que la mayoría kirchnerista impidió.
Este año el Concejo había iniciado un camino de dialogo en el conflicto Cevige -Municipalidad, que con esa nueva presentación se hace muy compleja. Este nuevo cambio de postura abre la puerta a las verdaderas razones de mantener con la Cevigé el conflicto eterno: una deuda acumulada de 130 millones de capital, que con las actualizaciones podrían llegar a los 600 millones, que la Comuna deberá afrontar, compensaciones mediantes.
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